Imprimir esta página

YA NO AGUANTO MÁS, YA ES IMPOSIBLE…

YA NO AGUANTO MÁS, YA ES IMPOSIBLE…

Onofre: Querido amigo Alex, esa es la voz de la desesperanza, la voz de muchas personas que como tú y como yo están confinadas en casa y con la incertidumbre de no saber cuando ni de qué manera van a poder terminar con esta tortura, ¡qué pesadilla!

Alex: Qué bien lo explicas amigo mío, eso justo quería decir, yo no lo habría dicho mejor, pero ¿Qué hacer Dios mío? Dicen que la ESPERANZA es lo último que se pierde, pero dónde está que yo no la encuentro…

Onofre: (Con la calma que le caracteriza y dulzura en la voz) Y dime, ¿dónde crees tú que podría estar? Dime, ¿cómo la has buscado?

Alex: Y yo qué sé, yo que voy a saber… Sólo se que esta angustia me ahoga cada día más, que me asfixio en esta jaula que se ha convertido mi casa…

Onofre: Y dime, ¿El dolor te dejó levantarte de la cama?

Alex: Si claro, es que físicamente no me duele nada.

Onofre: Ahhh, que no te duele el cuerpo…

Alex: Bueno a ver, se me va a anquilosar de tanto sillón… Pero no, dolor no tengo…

Onofre: Entonces… ayúdame a entender, lo que pasa es que no pudiste comer, que no tienes con qué alimentarte… o quizá pasaste frío, se te ha estropeado la calefacción y que no tienes con qué calentarte… o no puedes contactar con sus seres queridos, amigos, familia… Bueno esto no, porque estás hablando conmigo…

Alex: No, no, no se trata de nada de eso, pues claro, que puedo comer, de hecho, es que me estoy inflando, si voy a engordar 5 kilos y claro que no paso frío, tengo calefacción en casa, tengo ropa que ponerme y puedo ducharme con agua caliente… Y claro que puedo hablar con quién yo quiera… Pero, es que no lo entiendes, que me siento mal, que no puedo estar más tiempo encerrado en casa, que toda esta situación me supera, ¿Pero tú, tu es que no ves la tele? tantos enfermos, tantos muertos, tanta catástrofe, si esto parece un castigo divino… ¿Cómo quieres que esté bien? Si me voy a morir de la angustia un día, si me dan unos nervios que, que, que hasta me sube la tensión… Que no aguanto más, que te digo que no aguanto más… Y toda la culpa la tiene el virus dichoso ese, ¡maldito virus! por no hablar de los que dirigen el cotarro, menuda panda de inútiles madre mía…

Haciendo acopio de paciencia, respirando profundamente, con calma y tranquilidad, su amigo Onofre le responde. - A ver, vamos por partes, según me dices, el planteamiento es el siguiente, no tienes dolor, no te afecta ninguna enfermedad, bien eso quiere decir que problemas de salud no hay, por consiguiente, estás sano, ¿verdad? comida no te falta, de hecho, te sobra, dices que vas a engordar 5 kilos… Por otro lado, esa jaula de la que hablas, que es tu casa, te permite tener un techo, calefacción, agua caliente, tienes tele… puedes comunicarte con quien quieras… ¿Es así? ¿Esto lo que me has dicho…?

Alex: Si, si eso es lo que he dicho… Bueno, ahora que lo oigo en tu voz, parece que no sea tan grave, pero de verdad, es que me encuentro tan mal, que no te haces una idea, ¡que estoy fatal! y es que no puedo hacer nada, nada de nada…O dime tú, venga dime tu… ¿qué puedo hacer para sentirme mejor con todo lo que está pasando? Ahh, y no me vengas ahora con eso del positivismo, que yo ya se que tú eres muy positivo, pero es que… que yo soy realista… (Ahora es cuando viene ese pensamiento que dice así… “Un optimista no es más que un pesimista mal informado”, se lo diría, pero esto me lo voy a callar, no sea que encima se enfade y ya lo que me faltaba)

Onofre: Afirmas que no puedes hacer nada y yo te pregunto ¿nada? ¿nada?

Alex: No sé a qué te refieres, no, no puedo hacer nada… Yo no soy sanitario, no dirijo el país, no se hacer respiradores, ni siquiera se coser para hacer mascarillas, es que no puedo hacer nada y menos aquí, encerrado en casa todo el día, no hay nada que hacer… Además, Si tú sabes que yo no soy gran cosa, que soy más bien “apocado” y ya te digo, pienso que hay hombres tan valientes que sirven para ponerse delante de un toro y otros, que sólo sirven para salir corriendo y yo, yo soy de estos segundos.

Onofre: A ver, tu no naciste ayer y has pasado por situaciones complicadas, difíciles… Dime, hubo alguna en la que ¿“hicieras algo”?

Alex: Y… ¿a qué viene esa pregunta ahora?

Onofre: Simple curiosidad… además yo pregunté primero, dime, ¿recuerdas alguna situación complicada en la que “hiciste algo”?

Alex: Uhhh, pues no sé, a ver, déjame pensar… pues mira me estoy acordando de una… Pero… no sé si vale, porque en esa ocasión es que no me quedó más remedio que actuar, a pesar de mi miedo, también te lo digo… Pero es que no me quedó otra, tuve que ser “fuerte” y además valiente” … ¿Sabes que hace mucho tiempo que no pensaba en ello? Casi que ni me acordaba…

Onofre: Bien Alex, entonces, según me cuentas, no te quedó otra que ser fuerte y valiente, ¿es así?

Alex: Si, si eso te he dicho, qué manía de repetir lo que yo digo…

Onofre: Es para asegurarme de que lo he entendido bien…Y dime ahora, ser fuerte y valiente ¿te produjo alguna sensación o sentimiento? O… ¿también pensaste entonces que sólo servías para salir corriendo?

Alex: Noo, no, justo en esa situación en concreto me sentí orgulloso de mí mismo.

Onofre: Ahhh, entonces ser fuerte y valiente, te hace sentir orgulloso.

Alex: Pues sí, pero no mezcles que aquello no tiene nada que ver con esto, además como te he dicho, hace tanto tiempo que ya ni me acordaba…

Onofre: Pero te has acordado… Y dices que sigues pensando que te sentiste bien entonces, ¿es así?

Alex: Hombre claro que sí, la verdad que recordar aquello me ha venido bien.

Onofre: Y ¿Qué te parecería si esto lo tuvieses presente cada día?

Alex: A qué te refieres, ¿cómo lo voy a tener presente? ¿qué quieres que me lo escriba en la frente?

Onofre: Pues mira, es una buena idea, puedes escribirlo… Aunque no sé yo si en la frente es el mejor lugar…

Alex: Pero si tú sabes que no he escrito nada en mi vida…

Onofre: ¿Y? Siempre hay una primera vez para todo, ¿tienes manos, tienes bolígrafo, tienes papel, tienes una historia que contar? y otra cosa, ¿tienes tiempo?…

Alex: Pues sí, sabes perfectamente que la respuesta a todo es que sí… Bueno ya veremos a ver, a lo mejor me pongo y lo escribo, total tiempo tengo, qué puedo perder… Amigo te doy las gracias, gracias por escucharme y aguantarme, la verdad que me ha venido bien hablar contigo, ahora me encuentro un poquito mejor. Gracias. Seguimos en contacto, hasta pronto.

Onofre: Nada hombre, si es un placer hablar contigo, hasta pronto.

Pasados varios días, Onofre recibe una video llamada de Alex.

Alex: Buenos días, ¿qué tal?, ¿cómo vas?

Onofre: Buenos días hombre, pues yo bien, aquí sigo, en casita, y tú, ¿qué tal?

Alex: Pues para eso te llamo, para contarte… Verás, tal como hablamos y después de darle muchas vueltas… la verdad, pues que me puse a escribir y no te lo vas a creer, pero me salió toda la historia del tirón, ni yo mismo sé cómo he sido capaz, pero ahora lo leo y me parece sorprendente lo bien que ha quedado, te la voy a pasar para que lo leas, además me fui acordando de detalles que tenía totalmente olvidados y vaya que me siento contento por ello.

Onofre: Bueno pues me alegro que escribir te haya sentado tan bien y claro, pásamelo estoy deseando leerlo.

Alex: Quiero contarte algo más

Onofre: Claro, dime

Alex: Pues, que cuando terminé de escribir acerca del pasado, pensé, y porqué no escribir de ahora, de la situación que estamos viviendo en el presente… Me dispuse a hacerlo y ahí me bloqueé, me bloqueé por un momento… tenía delante un folio en blanco y durante un buen rato lo miraba y no se me ocurría nada, parecía que el folio también me mirara a mí esperando… y allí estaba yo mirando un papel totalmente en blanco y de pronto pasó algo muy curioso, ¿sabes? algo que lo cambió todo…

Onofre: Caramba me tienes intrigado, ¿qué pasó?

Alex: Pues, que me vino una frase a la cabeza, la única frase que he escrito en ese folio blanco, de momento, pero que me dejó impactado…

Onofre: ¿Quieres decirme ya que frase es esa?

Alex: Pues fue así, tal cual, “Yo soy el que escribo mi historia, yo soy quien decido qué hacer en la vida y con mi vida, yo soy el que elijo con qué ACTITUD afronto cada día”

Onofre: Vaya, con la frasecita, qué profundidad, pareces un filósofo…

Alex; Si, tú ríete, pero ha habido un cambio en mi vida, ¿sabes? Es como si ahora lo viese todo desde otro prisma diferente, antes no era capaz de valorar lo que tenía, me pasaba todo el día sentado en el sillón quejándome de todo, lamentándome de estar encerrado, de no poder salir, totalmente angustiado y agobiado pensando que no podía hacer nada…

Onofre: Y ahora… ¿qué ha cambiado?

Alex: Pues, ahora disfruto de cada cosa que hago y ojo, me he dado cuenta “que sí puedo hacer cosas y que si soy capaz” , y mira, te voy a contar otra cosa que, seguramente te parecerá una tontería, pero me da igual, verás, ahora disfruto hasta de la ducha, si, si, no te rías, ese momento tan íntimo, tan mío, en el que siento el agua caliente resbalando sobre mi piel, el dulce aroma del jabón, mi piel limpia, reluciente… Pues chico, es un momento divino, antes ducharme era poco menos que un trámite necesario cada día, lo hacía mecánicamente y ya está, pero ahora no, ¡ahora lo disfruto! Y no solo eso, es que ¡me siento afortunado!

Sobre todo, después de un día completo de actividad, sí, porque esa es otra, he racionado el tiempo que paso sentado en el sofá, fíjate que, al empezar a recordar el pasado, me di cuenta que había cosas que yo hacía de jovencito y que tenía olvidadas completamente, y, simplemente me planteé, ¿qué pasaría si volviera a hacerlas? Por ejemplo, pintar… Y sí, he vuelto a pintar, bueno, el resultado, de momento es mejorable… Bastante mejorable… Pero, me aporta tanta paz… Bueno y otras que jamás había hecho y que está siendo todo un descubrimiento para mí…

Onofre: Y… ¿qué es? Sorpréndeme, ¿qué estarás haciendo?

Alex; Pues, la cocina, fíjate tú, jamás me había puesto a cocinar, lo había pensado muchas veces, pero me daba pereza, bueno… y porqué no decirlo, casi vergüenza porque no sabía ni hacer un huevo frito… y ahora, fíjate, ando todo el día pensando en qué receta nueva voy a hacer y encima lo que cocino me sale, más o menos bueno, ¡me estoy haciendo todo un cocinillas!!! mira cuando todo esto termine, te invito a una comida y nada de encargar comidas de esas para llevar, no, no, ¡cocinado todo por mí!.

Onofre: Pues chico muchas gracias, que sepas que te lo apunto, tenemos esa comida pendiente, y qué quieres que te diga, que me alegro por ti, me alegro que te encuentres mucho mejor y que hayas encontrado un sentido a tu vida.

Alex: Pues yo también me alegro, la verdad, ahora es como si viviera otra realidad diferente y claro que sigo viendo las noticias y me informo de todo, lo que no hago es obsesionarme, y es que todo ha cambiado para mí, me siento mucho mejor, más útil y todo gracias a ti.

Onofre: ¿A mí? Si yo no he hecho nada, todo lo estás haciendo tú…

Alex: No, no si no hubiese sido por ti, si no me hubieses escuchado, si no me hubieses preguntado, no habría escrito nada, no me habría puesto delante de ese folio en blanco y todo seguiría igual que antes… o peor… ¿quién sabe?

Onofre: Vaya, pues muchas gracias por tus palabras, ves tú también me haces sentir bien a mí y te lo agradezco enormemente.

Alex: Ahh y se me olvidaba, que todavía hay más…

Onofre: ¿Más todavía? Pero bueno… Dime, quien eres tú y qué has hecho con mi amigo Alex…

Alex: Si, si tú ríete, Pues verás, me puse a pensar, ¿qué más podría hacer yo? Yo quiero ser útil para la sociedad, eso lo tengo claro, pero qué puedo hacer, algo habrá digo yo en lo que pueda contribuir, poner mi granito de arena… y… ¿sabes? Caí en la cuenta de que en redes sociales había visto que pedían voluntarios para llamar a personas que estuviesen solas en casa, simplemente para hablar con ellas y me dije, pues esto sí que puedo hacerlo, porque, por lo menos, escuchar sí que se… Me puse en contacto con ellos, me dieron unas instrucciones básicas y ya llevo unas tardes en las que hago un par de llamadas y… ¿sabes? A las personas a las que llamo se ponen muy contentas y me dan las gracias, y ya ves que no hago nada, tan sólo escuchar… Pero ¡me siento tan bien! No sé quien gana más, si ellas o yo, jamás me habría imaginado que hacer algo voluntariamente, sin que haya recompensa económica por medio pudiera hacerme sentir tan bien, que me llene tanto y me haga sentir tan satisfecho, pero así es y me siento fenomenal.

Onofre: Vaya, me sorprendes, al final estás siendo toda una caja de sorpresas, me alegro mucho por ti, de verdad y enhorabuena por esa labor de voluntariado que estás realizando.

Alex: ¿Sabes? Sigo pensando que es duro estar encerrado en casa todo el día y a veces tengo momentos de bajón, sin embargo, antes pensaba volverme loco, ahora, he descubierto lo importante que es sentirse “ÚTIL” en cualquier momento y circunstancia de tu vida y ahora es cuando estoy aprendiendo de esta situación y tengo la plena convicción de que voy a salir reforzado de ella.

Onofre; No sabes cuanto me alegro de oírte hablar así, la verdad que admiro el cambio tan importante que has obrado en tu interior, estos aprendizajes de los que hablas son realmente valiosos, mi más sincera enhorabuena.

Alex: Muchas Gracias Amigo

Onofre: Nada, gracias a ti, oye ¿cómo era la frase esa que me has dicho antes? La que lo cambió todo. Repítemela, por fa.

Alex: Claro que sí, ahora mismo te la digo “Yo soy el que escribo mi historia, yo soy quien decido qué hacer en la vida y con mi vida, yo soy el que elijo con qué ACTITUD afronto cada día”

Onofre: Muchas Gracias Amigo, Un Abrazo

Alex: ¡Mil Gracias!!! ¡Siempre A Ti!! Otro Abrazo

Valora este artículo
(6 votos)
Mª Dolores Mateo

Diplomada en Relaciones Laborales.

Master en Planificación, Desarrollo Local y Empleo y Coach.

Lo último de Mª Dolores Mateo