Toda luz brilla más o menos en función del momento y del espacio en la que la sitúes…Toda oscuridad es bienvenida, en función del momento y del espacio en que la sitúes…
Pongamos un ejemplo, el SOL, fuente de luz por excelencia, importante o más bien diría, imprescindible, de hecho, la principal fuente de energía, inagotable, portador incluso de la vitamina “D” nutriente tan necesario que puede prevenir contra infartos, osteoporosis y hasta algún tipo de cáncer, en invierno buscamos su cálida luz, pasar un tiempo cada día al aire libre nos aporta bienestar, alegría, equilibrio, incluso paz y por qué no decirlo, puede que hasta Felicidad…
Podemos disfrutar de un magnífico amanecer, viendo cómo su luz va iluminando poco a poco, sin prisa, pero sin pausa… todos y cada uno de los rincones de la Madre Tierra, también podemos recrearnos a la caída del sol, en un idílico atardecer, con sus impresionantes colores rojizos a veces y otras… con sus tonos más suaves, tonos pastel que nos gusta llamarlos. Contemplar y admirar cómo las sombras, pacientes y ausentes por el día, llegan inevitablemente cada noche para nuestro descanso.
En invierno la buscamos, en verano la evitamos… buscando sombras y oscuridad, que nos aporten un alivio a tanto resplandor y calor.
La luz del sol ¿buena o mala? ¿Beneficiosa o perjudicial? ¿Favorable o adversa? ¿Positiva o negativa? ¿Saludable…? Pues todo depende…
Todo es relativo, depende de la situación, depende del momento… Amigos, toda luz proyecta su oscuridad.
Las palabras bien dichas, las que construyen, la sonrisa, la amabilidad, el amor, los buenas acciones… son los rayos del sol, la luz reflejada en el alma de las personas.
Las envidias, el odio, la ira, las palabras mal dichas, las críticas que “destruyen” son las sombras proyectadas del sol.
Somos luz, somos oscuridad, dos caras de una misma moneda y sólo nosotros decidimos qué cara mostramos en cada momento y situación.
Todo lo que necesitamos, sol, luna y estrellas, la luz que solicitamos habita en nuestro interior, al igual que las sombras, esos pensamientos más oscuros, lúgubres también forman parte de nuestra existencia, (a qué negarlo..?)Conformando un todo, en función del momento y del espacio en el que nos encontremos, proyectaremos más luz o más oscuridad, en cualquier caso, nosotros somos los que decidimos si brillamos más o menos, consciente o inconscientemente diseñamos el papel de la luz o la oscuridad en nuestro día a día, construimos la transparencia, nos elevamos y agrandamos con el brillo, nos eclipsamos con la oscuridad…
Amigos, toda luz proyecta su oscuridad.