Misterios Desvelados: EL Karma II

 

Desgraciadamente, aún es mucha la ignorancia que padece el ser humano, por la carencia del Conocimiento Espiritual y, a estas alturas, escuchamos de forma cotidiana cosas como estas: “¿por qué yo, por qué a mí?  Dios me ha castigado con esta enfermedad, o con estos problemas, o con la muerte de un allegado o familiar, y no creo que lo merezca”. Lógicamente, el hombre es capaz -y de hecho lo hace-, de equiparar a Dios a la mentalidad humana, tan egoísta y cambiante. Este intenta sobornarle, ofreciéndole, como hacía en sus ritos ancestrales, promesas, misas, velas, novenas, etc. siempre y cuando, le conceda lo que ansía o pretende, o por el contrario, criticando su postura y abandono, cuando el resultado no es a su favor.

¿Recordáis la Ley del Libre Albedrío, por la que los humanos podemos hacer cuanto nos plazca, pero siempre bajo la responsabilidad de nuestras propias acciones? ¿Y sobre la Ley del  Karma? De ambas hablamos en el artículo anterior.

 

karmaII-2La Ley del Karma no es como la conocida ley del Talión: “ojo por ojo diente por diente”, y pueden haber múltiples formas de saldar nuestra deuda pendiente. Por ejemplo, podemos fijarnos en la trayectoria de un genocida que haya matado a miles de personas bajo su reinado, dictadura o mandato, y no por eso tiene que morir en las mismas circunstancias que él ha provocado en los demás, ni tantas veces, como vidas haya quitado.

 

Bajo nuestro punto de vista, veríamos lógico que sufriera en sus propias carnes, todo el daño y mal que ha causado, pero no siempre suele ocurrir así, ni de la misma manera. Por supuesto el karma adquirido sería tremendo, ya que tendría en su haber la muerte de cientos de personas y, lógicamente, tendría que purgarlo en una o varias vidas en la carne, ahí, es donde intervienen los Mentores. Imaginad por un momento que, ese ser tan insidioso y repulsivo, después de pasar -quizá siglos de dolor y penurias en el Bajo Astral- se arrepiente y se redime, queriendo paliar de alguna manera el dolor causado a tantos seres humanos -sus hermanos- y la misericordia de Dios, le ofrece la oportunidad de volver a la vida física con una misión especial: la invención de una vacuna, con la que combatir y eliminar, el efecto devastador de una pandemia. Ahí veríamos que no existe el ojo por ojo…sin embargo, saldaría su deuda pendiente, salvando tantas vidas como antes arrebató, bajo su inconsciencia e ignorancia. Pensemos que el Karma no es una venganza o un castigo divino, sino el reflejo que proyectan nuestras acciones.

 

Por eso, las Leyes Divinas, siempre condenan el crimen, pero  no al criminal, ya que este, antes o después, ha de resarcir la deuda contraída, aprendiendo una nueva y valiosa lección, en el angosto camino de la evolución del espíritu. De ahí el dicho: “el demonio de hoy será el ángel del mañana”. Con esto queda claro que Dios ama a sus hijos por igual y quiere que todos ellos sean salvos, esos sí, los quiere limpios y puros, como cuando salimos de su seno, sin lastres ni miserias que traben a nuestro espíritu, ya que estas no tienen cabida en el Plano Astral, en sus Reinos de Luz.

 

Hasta un nuevo encuentro, os envío un fuerte y sincero abrazo.

 

                                                        Antonio Hernández

 

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