Siempre se producen noticias insólitas y cuando se conocen hasta, muchas veces, cuesta creerlas. Hoy estamos más acostumbrados a sorprendernos contemplando escenas audiovisuales. Pero medio siglo atrás no existía la posibilidad de captar ni recrear situaciones cotidianas en soportes multimedia.
La manera más frecuente de comunicarse en la distancia era mediante carta. Junto a la correspondencia de organismos oficiales y de empresas, el servicio postal distribuía cartas a familiares lejanos, a novias, a amigos y sobre todo en Navidad, postales de felicitación.
En 1974, el buen hacer de los empleados del servicio postal quedó reflejado en la correcta entrega de una carta procedente de Alemania y dirigida a un vecino de Los Pulpites, con una dirección totalmente insuficiente:
Señor Don:
José ZAPATA
cerca de JABALI NUEVO
LOS PULPOS
Se trataba de una felicitación navideña que, después de tres meses dando vueltas de un lado para otro, fue a parar a su destinatario de la pedanía de Los Pulpites. El remitente era un militar alemán que había visitado Murcia unos meses antes y que, como nota anecdótica, llevaba una gallina a todas partes. Como en los hoteles no le dejaban entrar con el animal, la escondía en una bolsa para poder alojarla.