"Tiempos de esperanza", espacio dirigido por Joaquín Sánchez "el cura", ha contado hoy con la intervención de Fernando Bermúdez, misionero murciano que nos habla de sus experiencias vitales; sus comienzos en el barrio de Vallecas que fue su "Universidad de la vida" donde aprendió a luchar por los derechos de los más pobres y su marcha a Guatemala (a la parroquia de Alta Verapaz), sumida entonces en una guerra civil donde la vida de las personas no valía nada. Posteriormente, estuvo en Chiapas (México), al servicio de la población campesina e indígena.

En Vallecas tuvo ocasión de encontrarse con comunidades comprometidas con la liberación de los pobres desde la fe. Una realidad que le abrió los ojos a la esperanza, a un mundo diferente. La realidad que vivió en Guatemala fue tremenda, un país con más personas empobrecidas, marginadas, lo que le llevó a apoyar decididamente proyectos de liberación de los pobres y oprimidos desde la fe.

Acaba de publicar "El grito del silencio" que "invita a silenciar la propia vida, a buscar espacios de reflexión, huyendo de los ruidos y del consumismo, para darnos cuenta de cómo vivimos y qué podríamos aportar a la vida". El autor mira la realidad social desde el silencio con los ojos de Dios, de la eternidad. Se considera un hombre que vive para humanizar el mundo, ya que evangelizar es humanizar, acompañar al pueblo pobre, escuchar al que sufre. Critica el poder ejercido por encima de los pueblos que han hecho del dinero su dios. Lamenta que muchos no conozcan bien el mensaje, la persona y la práctica de Jesús, su apuesta por la humanidad sufriente, los enfermos, los marginados,...

Toda una vida de fuertes experiencias al servicio de los más necesitados en los peores escenarios. Bermúdez asegura que, a pesar de todo ello, aún conserva la esperanza como centro de su vida: "la última palabra no la tienen los poderes de este mundo, la tiene el Dios de la vida, el que resucitó a Jesús".

La publicación está disponible en El Tintero Papeleros (Las Torres de Cotillas).