El pasado 22 de Noviembre cumplimos con uno de nuestros proyectos como aficionados a la bici de montaña. Finalmente y después de algunos preparativos como selección de la ruta, organización de coches, y como no, preparación del inestimable avituallamiento nos dirigimos a Riopar.
Riopar es uno de los lugares que merece la pena visitar si se quiere disfrutar de la naturaleza en estado puro. La variada vegetación, los cursos de agua, los colores del otoño hacen que la visita sea inolvidable y que transcurran las horas a una velocidad que más que horas parecen minutos.
La ruta que elegimos fue bastante dura por lo escarpado del terreno pero al mismo tiempo esa dureza la hizo ser una ruta que recordaremos en mucho tiempo por los senderos que bajamos, los colores, y sobre todo por la compañía. A pesar de ser un grupo variado, en todo momento nos mantuvimos juntos e incluso coincidimos con unos chavales de Albacete que nos dieron esa alegría de encontrar alguien como tu en un lugar inhóspito como es la subida al calar. Después de separarnos de ellos continuamos ruta disfrutando de la primera bajada que nos dejó en la charca de las truchas. Después de la foto de rigor en este paraje iniciamos la última subida para descender, por el último sendero casi perdido, que nos dejaría en la carretera de Riopar.
Si alguien quiere acercarse a la zona puede consultar la ruta en el enlace que aparece a continuación y para cualquier duda puede enviarme un mensaje y podré darle toda la información que necesite.
