Hace poco que ha llegado la primavera y por primera vez en mucho tiempo, la recibí de una manera muy especial. Aparte del cambio del tiempo, que ahora es más amigable e incita a disfrutar de la naturaleza, la primavera es el símbolo de la esperanza, de la cosecha, de la bonanza, de lo colorido y la felicidad. Y así es como la vi.

 

sanjosé2Cuando leí la nota del CEIP San José, en Las Torres de cotillas, para ver un desfile organizado por el centro y los padres, la verdad es que me pareció una iniciativa muy interesante, pero tampoco le di demasiada importancia. Creí que iba ser un evento organizado para que los niños lo pasasen bien, que es genial, aunque todos sabemos que, aparte de los padres, no suele ser un espectáculo dirigido al público general. Y como pasa en muchas ocasiones, me equivoqué.

 

Me quedé boquiabierto.

 

Los niños iban disfrazados con toques floridos y muy agradables. Y no me refiero a unas pocas clases, sino de todo el colegio. Hubo carrozas, unbuggydecorado con gigantescas margaritas, y adornos de todo tipo. Algunos de los maestros iban de jardineros, otros de cuidadores, otros de granjeros… los padres, también se habían disfrazado para la ocasión. De verdad. No creo que el desfile tuviera mucho que envidiar a los que se realizan en la calle mayor.

 

¿Estoy exagerando?

 

Pues claro que sí. Aunque no demasiado. Ojo al dato. Hubo policías y varios miembros de Protección Civil para cortar varias calles y mantener el orden.

 

Sí, sí… como os lo cuento.

 

A mí me pareció una iniciativa acertada e impresionante. Y por ello me animé a formularle un par de preguntas al directorsanjosé1 del centro, don Faustino Fernández Hurtado. Me comentó que este era el primer año que salían a la calle, pero que la iniciativa data del año pasado. La idea era que esta primavera no sólo fuese revivida por los niños, sino que también participasen los padres y, por qué no, por todo el pueblo. La participación fue efusiva y agradecida.

 

La buena noticia es que tienen la intención de convertir esta iniciativa en una tradición, y no estaría mal que lo lograran. Además, está en las manos de todos nosotros el apoyar este tipo de eventos. Como anécdota, y terminando mi charla con don Faustino Fernández Hurtado, comentamos que no había mejor manera de dar la bienvenida a la primavera y, entre risas y sonrisas, me comentó: Al mal tiempo, buena cara. Un mensaje que podríamos interpretar de muchas formas, aunque su dignificado siempre será el mismo. Alegría, esperanza, y buenaventura para todos.

 

Enhorabuena por todo… a todos.

 

Alexander Copperwhite

 

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