Misterios Desvelados: El Karma

Como anuncie la semana pasada, el artículo de la presente, lo he versado sobre la Ley del Karma en sus dos vertientes -positiva y  negativa-. ¿Qué es el karma?, aún se preguntarán muchos: Es el cúmulo de consecuencias extraídas de nuestras acciones durante la vida física –los frutos de nuestras siembras-. Existe el karma que arrastramos de la vida o vidas anteriores y el que nos vamos creando en la actual. En su parte positiva se le llama “Darma”,  cuando nuestras acciones son buenas y generosamente, benefician, no solo al individuo, sino que a través de él, llegan a su entorno inmediato y de ahí a la sociedad a la que pertenece. El darma nos rebaja el peso del fardo acumulado, mientras el karma, como parte negativa, lo aumenta, entorpeciendo el desarrollo espiritual del ser humano, con unas claras y nefastas consecuencias (dolor, problemas, enfermedades, etc.)

 

Antonio Hernández - Imagen22Pero cuidado, no hemos de confundir las cosas, porque unas serán kármicas pero otras las provocamos nosotros mismos con nuestro desconocimiento y actitud. No es lo mismo que al cruzar una calle nos atropelle un vehículo, a que estemos aguardando a que pase para lanzarnos a él. La acción puede producirse de igual manera, pero las consecuencias nunca serían las mismas. O si conducimos en estado de embriaguez y nos estrellamos, no sería nuestro karma sufrir el accidente, sino nuestra inconsciencia y responsabilidad, por conducir ebrio.

 

Pongamos un ejemplo sencillo: tenemos un estudiante que arrastra unas asignaturas del curso anterior -este sería el karma que trae de una vida pasada- además está el curso presente –de alguna manera, de aquí parte el karma que se pueda crear en la actualidad-. Si en época de exámenes aprueba las asignaturas del curso anterior –eso sería el darma- ya que saldaría cuentas pendientes, aflojando el peso y la responsabilidad del karma acumulado. Ahora tenemos los exámenes del curso actual: si lo supera, su cosecha habrá sido positiva con frutos inmejorables, potenciando la evolución de su espíritu. Si por el contrario suspende y tiene que repetir, su evolución sufriría un estancamiento, y las asignaturas pendientes, entrarían a formar parte del karma de la siguiente vida.

 

Lo bueno de esto es que, cada vez que cursamos nuevos estudios, cuánto hemos aprendido en una vida anterior no se pierde, con lo cual, vamos teniendo más y mejores herramientas en las sucesivas, para conseguir nuestro propósito. ¿Qué nos trae la consecución de ese propósito? Mayor y mejor calidad de vida a nivel espiritual y físico, ya que el espíritu se fortalece, comprende y se reafirma, en el compromiso adquirido de ser tutelado por las Leyes Divinas, afianzando en su vida el amor, el altruismo, la generosidad, la tolerancia, la comprensión, y por ende, la humildad, la misericordia, la esperanza, etc. De ahí, es donde surge el firme compromiso con el resto de seres humanos, nuestros hermanos, al formar parte activa de la “Familia Universal” que preconizara Jesús. Es entonces, cuando comprenderíamos el verdadero sentido y significado de sus palabras: “Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. 

 

Hasta el próximo encuentro, os mando un sincero y cordial abrazo.

 

Antonio Hernández

 

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