Misterios Desvelados: Metamorfosis

 

Creo que ha quedado claro en la exposición de los anteriores artículos, la importancia que tiene para el ser humano cimentar su base interna en el Conocimiento Espiritual, así como la ley del Libre Albedrío, la de Causa-Efecto o ley del Karma, por la cual, reconocemos que somos frutos de nuestras siembras, ya que estas siempre son libres, pero las cosechas –irrefutablemente- son obligatorias. Bien, llegados a este punto, voy a contaros algo sobre mis inicios en este sutil y maravilloso mundo: cuando hace más de cuarenta años, comencé a despertar mi conciencia a la realidad espiritual, a potenciar la parte más esencial en mi vida -después de pasar por el tamiz de mi corta inteligencia, algunas religiones e ideologías, más o menos acertadas- solía meditar mucho antes de dar el mínimo paso, pues ante algo tan importante, era conveniente hacer como dice el refrán: “despacito y buena letra”, o aquél otro: “sin prisa pero sin pausa”, ya que se trataba de cementar una sólida base evitando el “comulgar con ruedas de molino”.

antonio31Como en estos artículos, solo tratan de dar unas pinceladas o pequeñas pistas, de cómo encontrar el mejor resultado para el día a día de nuestra propia vida, creo que en el siguiente escrito -fruto de una de esas meditaciones- que titulé Metamorfosis, a poco que os fijéis, descubriréis lo que personalmente hice para conseguirlo:

¡Bendito seas Dios del Amor!, único capaz de rescatar del desolador tormento de las pasiones, del dolor y de las miserias, el alma del hombre, tu hijo; tan dúctil y moldeable, esencia de tu propia esencia, brillante de un puro y cristalino amanecer, tan viva y sublime, cual gota de rocío en la delicada rosa posada, que perfuma en el estío, las veredas angostas de una dilatada existencia.

¡Oh, Señor!, fuente creadora de toda vida, infunde el aliento que de fuerza a este cansado corazón, roto en las entregas de amor por sus hermanos los hombres, sintiéndose a veces incomprendido por las taras de este mundo triste y opaco, pero que busca con ansia la dicha perpetua en el goce de tu Reino, para abrazarte en la eternidad de tu sublime amor.

Como el pintor que recrea la belleza del misterio y del constante descubrir del color, en la pureza inmaculada de una tela.

Como el escultor que revela lo que oculta el frío y duro velo de una piedra, sea esta pobre o rica, blanca o negra, haciendo parir entre sus manos la belleza que brota como la sangre viva, a golpes de martillo y de cincel.

O como el torpe gusano de apariencia esquiva, que en cuna de seda, mece transmutando consentido, la delicadeza de la frágil y sutil mariposa, que anuncia con el vistoso pregón de sus alas, el despertar de una nueva primavera.

Así busca mi espíritu errante semejante cambio, con el que lograr mejor vestido. Compendio intemporal cual manantial que mane: del misterio, su belleza, de la rosa, su perfume, de la pintura, mil destellos de color; de la talla, solidez, y de aquella mariposa que anuncia la primavera, la luz y la esencia del reino que pretendo poseer.

Espero que este pequeño escritosobre el que os invito a reflexionar, haya sido de vuestro agrado. Es cierto que para nadie es fácil, pero no olvidar que si uno puede -con perseverancia, ilusión y esperanza-, los demás también. Os aseguro que nada hay imposible. Cuando el ser humano busca la regeneración de su espíritu nunca se encuentra solo, recordar las palabras de Jesús: “Pedid y se os dará llamad y se os abrirá”.

A partir de la próxima semana escribiré sobre la maravillosa Ley de la Reencarnación. Hasta entonces,  os deseo mucha paz y armonía en vuestras vidas.

 

Antonio Hernández                                          

 

 

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