Misterios Desvelados: La Reencarnación X

La esencia de la enseñanza de Hermes Trimegisto se encuentra en Pymander, libro inspirado y escrito en forma de diálogo entre Hermes, como mente individual y Pymander, mente iluminada  y divina; o en la conocida Tabla Esmeralda, en la que se guarda el secreto de la inmortalidad y de la sabiduría eterna, capaz de atravesar la barrera del tiempo para conducir a los seres humanos hacia la auténtica liberación, ya que “cuando los oídos del discípulo están listos para oír, llega la voz del Maestro a llenarlos de sabiduría”.

Porfirio, en su Caverna de las Ninfas, refiere que los egipcios reconocían en el cielo dos puertas: una llamada Puerta de los Hombres, por la que penetraban las almas que venían de la tierra para animar los cuerpos de los hombres. La segunda de las puertas, llamada Puerta de los Dioses, era la que daba paso a las almas que después de la muerte subían al cielo. Por lo tanto, eran llamadas la Puerta de la Vida y la Puerta de la Muerte (De Briere).

antonio108Los propios egipcios reconocían que la enseñanza de esta creencia traspasó las fronteras y fue llevada desde tiempos inmemoriales hacia el Este; hecho reflejado en sus propias escrituras en las que narran cómo Osiris, el dios que personificaba al mundo del conocimiento esotérico, lo llevó desde Egipto hasta la India, bajo la forma de un toro moteado.

    La reencarnación en Grecia

 

La idea sobre la reencarnación sostenida tan popularmente en todo el país egipcio llegó hasta Grecia. Sobre el siglo XV antes de Cristo, antes de que los propios griegos se asentaran definitivamente en la que sería su tierra nativa, existían los llamados Misterios Eleusinos (ritos de iniciación anuales dedicados al culto de las diosas agrícolas Deméter y a su hija Perséfone) llamados así por su procedencia de Eleusis, cuidad del Ática, situada a unos dieciocho kilómetros de Atenas y cuyo tema central era la reencarnación.

También hay una vieja leyenda, entre otras muchas, en la cual la diosa Perséfone, tejería nuevos cuerpos para viejas almas, y bajo esta creencia, algunos muertos eran enterrados para que sus almas pidieran el agua del recuerdo que fluía de una fuente en el Hades (el más allá), y en su próxima encarnación ésta podría recordarles detalles de su anterior vida.

Esta creencia fue difundida por Pitágoras, quien afirmaba de esta ley que no sólo observaba, sino que tenía en cuenta todas las desigualdades existentes en la vida terrestre del hombre, expresando que “una vida en la carne, no es más que una anilla en la larga cadena de la evolución del alma”. Fue tema común entre sus discípulos en la escuela iniciática que creó en Crotona, en la isla de Sicilia, confiando a los más adelantados la difusión de la misma, a los que refería en más de una ocasión ciertos pasajes de alguna de sus cuatro últimas vidas que recordaba.

De las vidas anteriores de Pitágoras, nos habla el historiador, astrónomo y filósofo griego Heráclides Póntico, explicando que antes de reencarnar como tal, éste fue Etálida, hijo de Hermes, quien le ofreció, menos el de ser inmortal, el destino que prefiriera o más le gustase, pidiéndole este tan sólo el de poder mantener viva la memoria de todas las vidas que habría de vivir; de ahí que Pitágoras las recordase.

Después de ser Etálida fue Euforbo, herido de muerte durante la Guerra de Troya por el rey Menelao, volviendo a la figura de Hermótimo y más tarde en Pirro, un humilde pescador de la isla de Delos. Aparte de estas cuatro vidas por las que pasó Pitágoras, el tratadista Aulo Gelio, añadió dos más, las de Pirandro y Alco. Esta última, fue una conocida prostituta de la época.

Seguiremos descubriendo muchas más cosas sobre la reencarnación en Grecia, pero eso será a partir del próximo artículo. Hasta entonces os deseo paz y bien con todo mi amor.

 

                                      Antonio Hernández Lozano.

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