Comida y conflictos emocionales

          A menudo encontramos en la clínica pacientes que muestran graves conflictos psíquicos y que son manifestados a través de su relación con la comida. Bien sea comiendo en exceso, dando lugar a problemas como el sobrepeso, obesidad, bulimia, bien sea por la falta de apetito, el asco por la comida, dando como resultado una importante pérdida de peso, el excesivo control de la ingesta para procurar la imagen deseada, o la aparición de síntomas psicosomáticos como dificultad para tragar o tener un nudo en el estómago.

           ¿Por qué esta relación con la comida? Porque en el ser humano, el alimento ocupa otra función además del solo hecho de alimentar. Para que un niño crezca de forma saludable no solo precisa de cuidados físicos, también necesita ocupar un lugar en el deseo del Otro. La comida vendrá a representar ese objeto de goce a través del cual el sujeto no tendrá que vérselas con la frustración de la demanda, ese objeto “comida” siempre está ahí.

           Marta viene a consultar por un problema “familiar”. Cree que hay algo latente en la familia que no se ha dicho y como consecuencia, su madre y ella discuten a menudo. Una de las discusiones es provocada porque Marta come alimentos “prohibidos”, a veces, de forma excesiva. Después, se siente culpable, sabe que su madre se enfadará cuando se entere, entonces “le vomita”. La comida no es lo único que Marta “le vomita”, también “le vomita” reproches de los que luego se arrepiente. Dice de su madre que solo ve lo que “falta” para recriminárselo a ella.

           Lacan (1956-1957) en el seminario “La relación de objeto”, nos habla de la bulimia como compensación real de la frustración de la demanda de amor a través del objeto de la necesidad, la comida. “Devorando” intenta compensar la frustración de la demanda, pero al no encontrar signo de amor, el intento fracasa y se reanuda el circuito.

          Pero, ¿qué entendemos por amor?. En el seminario V, “Las formaciones del inconsciente” nos da una fórmula acerca del amor: amar es dar lo que no se tiene a quien no lo es.

          ¿Por qué esta fórmula? Porque somos seres en falta y esta desempeña un papel fundamental en la estructura, será preciso estar en falta para poder desear, para poder amar. Quien todo lo tiene no desea. Por tanto, amar es declararse en falta y mostrársela a quien no lo es, el falo, es mostrar a esa otra persona que no ocupa el lugar de satisfacer nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestros caprichos. Cada uno ocupa su lugar en la vida.

          Por otro lado, en el Seminario X “La Angustia” nos habla de la aparición de la angustia cuando la falta no tiene lugar. 

        El reproche de Marta hacia su madre gira en torno a esta “falta” que su madre no puede soportar (si Marta limpia tiene que estar todo perfecto, si hay una “falta” ya nada vale), pero a la vez quiere agradarla, desea que su madre la valore, que la quiera, por lo que intenta una y otra vez que no haya “faltas”. Obtura la falta a través de la comida, pero sabe que así no la agradará , se siente culpable y vomita. A la vez siente rabia hacia su madre por no aceptarla tal y como es, por no valorarla. “Llenado” y “vaciado” que se convertirán en una espiral de difícil salida.

 

Mª  José Jiménez Aroca. Nº Colegiada 1499

Neuro-Camps 620050609

 

 

 

Valora este artículo
(3 votos)
Mª José Jiménez

Psicóloga Clínica Neuro-Camps, Alcantarilla. Colegiada 1499. Teléfono de contacto 620050609

Formación Superior Terapia Gestalt.

Máster Psicoanálisis EPP Murcia.

Más en esta categoría: Celos »

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.